La salida
de la crisis económica hace imprescindible la racionalización del calendario
laboral a fin de aumentar la
productividad y la competitividad que han de llevar al crecimiento. Las fiestas laborales en mitad de la semana, tan
frecuentes hasta ahora en España, tendrán que pasar a los extremos; o bien
desaparecer, si no están suficientemente justificadas.
¿Es
lógico que en un Estado no confesional y democrático como España sea fiesta
laboral el 15 de Agosto para celebrar la Asunción de la Santísima Virgen María
al Cielo?
Cristo resucitado recibe en el
Cielo a su Madre resucitada
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En mi
opinión, no, con todo respeto a los creyentes católicos y ortodoxos, para los
que la resurrección de la carne y la vida eterna en el cielo o en el infierno es un tema importante.
El Nuevo
Catecismo de la Iglesia Católica dice:
"La
Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la
Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás
cristianos" (#966).
Y las
webs católicas lo explican:
"La
importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del
Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la
Resurrección de Cristo y la nuestra. La
presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros,
quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una
anticipación de nuestra propia resurrección".
"El
misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo
nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar
sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último:
la Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y
los Ángeles y Santos del Cielo. El saber que María ya está en el Cielo gloriosa
en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a aquellos que hagamos la voluntad
de Dios, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad
perfecta para siempre".
Decía
Juan Pablo II en 1997:
"Contemplando
el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender el plan de la
Providencia Divina con respecto a la humanidad: después de Cristo, Verbo
encarnado, María es la primera criatura humana que realiza el ideal
escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los elegidos
mediante la resurrección de los cuerpos”. … "María Santísima nos muestra el
destino final de quienes oyen la palabra de Dios y la cumplen(Lc. 11, 28).
Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo,
sentado a la derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de
Nazaret, ya en la gloria celestial".
Según la
Enciclopedia Católica, la creencia en la asunción del cuerpo de María se funda
en el tratado apócrifo De Obitu S. Dominae, que lleva el nombre de San Juan y
pertenece al siglo cuarto o quinto. También se encuentra en el libro De
Transitu Virginis, falsamente imputado a San Melito de Sardes, y en una carta
apócrifa atribuida a San Dionisio el Aeropagita.
San
Juvenal, Obispo de Jerusalén, en el Concilio de Calcedonia (451), hizo saber al
emperador bizantino Marciano y a la emperatriz Pulqueria (luego proclamada
santa), ante su deseo de poseer el cuerpo de la madre de Dios, que María murió
en presencia de todos los Apóstoles, pero que su tumba, cuando se abrió a petición
de Santo Tomás, fue hallada vacía; de esta forma los apóstoles concluyeron que
el cuerpo fue llevado al cielo.
Muerte de María |
En occidente,
debido a factores políticos y lingüísticos - las relaciones con oriente eran
tensas y el griego no se dominaba todavía - la doctrina de la Asunción de María
no fue desarrollada hasta el siglo XII.
En el
siglo XVIII, el Papa Bendicto XIV definió la doctrina de la asunción del cuerpo
de María como una opinión probable, cuya negación era impía y blasfema, pero no seatrevió a señalarla como dogma; eso llegaría con el tiempo.
La
Asunción de María es un Dogma de Fe proclamado por Pío XII; es el último, hasta
hoy, definido por la Iglesia.
Así lo
explica la Madre Adela Galindo:
"El Papa
Pío XII, bajo la inspiración del Espíritu Santo, y después de consultar con
todos los obispos de la Iglesia Católica y de escuchar el sentir de sus fieles,
el primero de Nov. de 1950 definió solemnemente con su suprema autoridad
apostólica el dogma de la Asunción de María.
Pío XII |
¿Cuál es
el fundamento para este dogma? El Papa Pío XII presentó varias razones
fundamentales:
1.- La
inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia
del pecado, y como María careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de
la ley universal de la corrupción, pudiendo entrar prontamente, en cuerpo y
alma, en la gloria del cielo.
2.- Su
Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de
María era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del
cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le cuidó, le estrechó
contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo que le
dio vida llegase a la corrupción.
3.- Su
Virginidad Perpetua: Como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, era
conveniente que después de la muerte no sufriera corrupción.
4.- Su
participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por
su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado
el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención,
que es la glorificación del cuerpo y del alma.
El cuerpo de María llevado al
cielo por los ángeles
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La
Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros.
La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin
del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas".
Pío
XII fue un gran amigo de la España de Franco y reconoció explícitamente el
régimen surgido de la guerra civil. En 1952 se celebró en Barcelona el XXXV
Congreso Eucarístico Internacional, el primero después de la II Guerra Mundial,
que promocionó la ciudad y rompió el aislamiento político y diplomático del
país. En 1953 Pío XII firmó con el Caudillo un concordato que daba base
jurídica al llamado «Nacional-Catolicismo», con notables ventajas para la Iglesia
a cambio de la legitimación de aquel sistema. Antes de ser Papa, bautizó a Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, ahora Juan
Carlos I de España.
La
sociedad globalizada y tecnológica del siglo 21 se inclina cada día más por las
explicaciones científicas y racionales que por los dogmas y los mitos.
El día de
la resurrección de los cuerpos de los homos sapiens que han habitado la
tierra no forma parte de las expectativas de la inmensa
mayoría de ciudadanos. Tampoco la permanencia eterna de cuerpos
vivos, con pulmones y tubo digestivo, gozando en las alturas celestiales o
sufriendo en los infiernos. Las religiones están en crisis y tendrán que racionalizarse
(como nuestro Estado de las autonomías) para seguir teniendo fieles.
La
devoción a la Madre de Dios y Reina del Cielo, persistirá, sin embargo, durante
mucho tiempo. La Virgen María seguirá haciendo milagros y ayudando a sus
creyentes. Hace pocos días, en los JJOO de Londres, la atleta etíope Meseret
Defar, cristiana ortodoxa, después de ganar la carrera de 5000 m. y hacerse con
la medalla de oro, sacó de su pecho una imagen de la Virgen María con el Niño
Jesús en brazos, la mostró a las cámaras y se la puso en el rostro en un
momento de intensa oración.
Meseret Defar tras ganar la
medalla de oro
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Hay que
respetar, pues, los sentimientos
religiosos – igual que los identitarios - Pero es evidente que los ciudadanos
españoles no podemos gobernarnos sujetándonos a ellos.
Últimamente
se está hablado mucho de los países del sur de Europa pertenecientes a la
Eurozona - Portugal, Italia, Grecia, España (Spain) –, los PIGS (cerdos, en
inglés), y con frecuencia se destaca que en ellos no triunfó la Reforma
protestante, sino la Contrarreforma católica; esto afectó a la visión del
trabajo, al sistema crediticio, a la educación y al desarrollo
científico, contribuyendo al retraso de estos países con respecto a los del
norte.
Los PIGS
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La crisis
ha puesto en evidencia la necesidad de cambios profundos en España, que van más
allá de reactivar la economía y crear empleo. Necesitamos un Estado eficaz y
eficiente, regido por la ética, el espíritu de trabajo y los valores de
ciudadanía, libertad, igualdad y solidaridad. Y esto no se consigue con mitos y
sentimientos románticos, sino con racionalismo e ilustración. Creo que ahora, en el siglo 21 y con la ayuda de la UE, vamos a lograrlo, pero hace dos siglos
no hubiera sido posible; entonces el país tenía el 90% de ciudadanos
analfabetos y una clase dominante de caciques y eclesiásticos.