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domingo, 10 de julio de 2011

Carrer de Sabino Arana, una calle con mal nombre

El 21 de diciembre 1979 el Ayuntamiento de Barcelona, con Narcís Serra de alcalde, cambió el nombre a 59 calles para limpiar el callejero de franquismo. A la de Roberto Bassas - fundador de Falange Española en Barcelona y fusilado poco antes del fin de la guerra civil - le asignaron el de Sabino Arana, otro político.
 
Se pasó de Guatemala a Guatepeor. Un regalo navideño agradable para los nacionalistas amigos del PNV y Batasuna, pero tóxico y perjudicial para la salud democrática y la razonabilidad del callejero.

Para muchos ciudadanos informados fue nauseabundo e indecente. Ese año 1979 ETA había cometido 68 atentados mortales con 117 víctimas, asesinadas en nombre de la independencia de Euskadi que predicó su maestro Sabino Arana. 

Al político Sabino Arana lo movían estas ideas:  

  "Al señalar al destructor de nuestras libertades y nuestras cosas, al dominador de nuestra raza, al opresor de nuestra Patria, no podemos fijarnos en una región determinada, con exclusión de las demás, sino en el conjunto de todas ellas que se llama pueblo español, estado español, nación española, en ese todo que se llama España. No es precisamente Castilla, ni Andalucía, ni Galicia, ni Cataluña, ni ninguna otra región española, la que nos ha sometido; sino el poder de la nación que, unidas todas ellas, constituyen, y a la cual en lenguaje vulgar llamamos Maketania -Maketería."

  "Tanto nosotros podemos esperar más de cerca nuestro triunfo, cuanto España se encuentre más postrada y arruinada".

  "Antiliberal y antiespañol es lo que todo bizkaino debe ser, según el lema de Jaun-Goikua eta Lagi-Zara."
 
  "Etnográficamente hay diferencia sustancial entre ser español y ser euskeriano, porque la raza euskeriana es sustancialmente distinta de la raza española."

  "Hablamos de raza en sentido de conjunto de familias que proceden directamente de un mismo origen más o menos remoto. En este sentido concreto, raza es lo mismo que nación, gente o pueblo; designa a una gran familia, y expresa un objeto natural, que existe independientemente de la voluntad de los hombres."

  "Si a esta nación latina la viésemos despedazada por una conflagración intestina o una guerra internacional, nosotros lo celebraríamos con fruición y verdadero júbilo, así como pesaría sobre nosotros como la mayor de las desdichas, como agobia y aflige al ánimo del náufrago el no divisar en el horizonte ni costa ni embarcación, el que España prosperara y se engrandeciera".

  "Es preciso aislarnos de los maketos en todos los órdenes de la vida. De otro modo, aquí en esta tierra que pisamos, no es posible trabajar por la gloria de Dios."

  "Gran daño hacen a la Patria cien maketos que no saben euskera. Mayor es el que le hace un solo maketo que lo sepa".

  "Nosotros odiamos a España con nuestra alma, mientras tenga oprimida a nuestra Patria con las cadenas de la esclavitud. No hay odio que sea proporcionado a la enorme injusticia que con nosotros ha consumado el hijo del romano. No hay odio con que puedan pagarse los innumerables que nos causan los largos años de dominación."

  "¡Cuándo llegarán todos los bizkainos a mirar como enemigos suyos a todos los que les hermanan con los que son extranjeros y enemigos naturales suyos!" 

  "Les aterra oír que a los maketos se les debe despachar de los pueblos a pedradas. ¡Ah la gente amiga de la paz..! Es la más digna del odio de los patriotas." 

  "Antiliberal y antiespañol es lo que todo bizkaino debe ser."

  "¡Ya lo sabéis, Euzkeldunes, para amar el Euzkera tenéis que odiar a España."

Hoy día, en pleno siglo XXI, ya no es posible ocultar como era Sabino Arana, fundador del nacionalismo vasco, aunque es evidente que sus seguidores tratan de que pase desapercibido. Internet está lleno de información sobre los escritos y la historia de este siniestro personaje, racista, xenófobo, antiliberal, misógino, sexista y fanático religioso.
Que Barcelona le dedique una calle no tiene justificación. Ni el mismo Sabino Arana lo encontraría lógico.
Tarde o temprano esa placa con el nombre de Sabino Arana irá a parar al contenedor de basura.


Confío en que entonces pongan otra placa con un nombre del que los ciudadanos de Barcelona nos podamos sentir orgullosos, no avergonzados como ahora. A mi me gustaría el de Vicente Ferrer.

2 comentarios:

  1. Vaya razón, soy de navarra, pamplonica y creo que este señor no debería estar en ningún libro de historia, ni mucho menos en calles... es increíble que un gañán como lo fue él siga sembrando pensamientos sin sentido y sin moralidad hacia las personas. FUERA ESTO YAA

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  2. Lo mejor, como venganza contra el racista y parlurdo Don Sabino, es ponerle el nombre de Miguel de Unamuno. Un vasco de verdad y que sabía de lo que hablaba.

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